LA TIENDA DE DIOS

LA TIENDA DE DIOS

Y a Dios se le ocurrió en ese tiempo instalar una tienda, en el principal centro comercial de la ciudad, en la cual quien necesitara algo en la vida lo pudiera adquirir allí en una tienda elegante, con un personal celestial atento, a las necesidades del cliente, en ese lugar, la gente podría comprar todo lo que necesitara: ser amado, felicidad, alegría, riqueza material, y todo lo que el hombre pudiera imaginar, y llegó un cliente ansioso que solicitó le levantarán su pedido.
¿Qué desea señor?
Quisiera felicidad y amor
¿Algo más?
¿Qué se puede pedir más?,
-Lo que usted necesite.
Bueno, pues me da paz espiritual, alegría, prosperidad y sabiduría, para comprender a todos mis semejantes.
Bien eso es todo.
Si, además de todo lo que he pedido que se lo entreguen a mis amigos, a todo el personal de mi empresa y de ser factible a mi comunidad, a mi país a todo el mundo.
Un momento.
¿Qué? ¿Esto, es todo lo que me va ha entregar?
Usted no ha entendido la filosofía de nuestra tienda, aquí vendemos semillas y no frutos, a usted le corresponde pagar el precio de su pedido, deberá sembrarlas en tierra fértil, cuidarlas, podarlas y vigilar cuidadosamente su crecimiento y si usted tiene la paciencia, el cariño y la pasión que requieren estas semillas le darán el fruto que usted desea para toda la humanidad. Gracias.
A usted le corresponde sembrar esas semillas, a usted le corresponde todos los días podarla, cuidarla hacer que florezca para que precisamente el día de mañana usted tenga el mundo que desea tener, su familia, su nación, el mundo lo deseamos cambiar, el cambio está en nosotros mismos. Nosotros tenemos la responsabilidad de pagar la colegiatura a la vida, como se paga la colegiatura a la vida, con la vida misma. El día de mañana, para que nuestra vida no sea solamente un fugaz chispazo en la humanidad y para que sea de verdad una antorcha que nos ilumine en las futuras generaciones a nosotros nos corresponde forjar ese mundo que deseamos tener, les deseo que su vida trascienda por siempre.
Licenciado:
Miguel Ángel Cornejo y Rosado

“Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Marcos 12:31)
Que Dios te bendiga.
Un abrazo
Tu Amigo: Elías Félix.